El éxito académico depende principalmente de cuatro aspectos:
1. Aptitudes intelectuales.
2. Conocimientos previos.
3. Motivación.
4. Técnicas y hábitos de estudio.
Debes saber que la mera lectura de un libro de técnicas de estudio o la asistencia a un curso sobre las mismas, no garantiza los resultados. Para sacar provecho a las técnicas de estudio no basta con leerlas o conocerlas, deben ser aplicadas.
FACTORES AMBIENTALES.
Los factores ambientales inciden directamente sobre el rendimiento psicofísico, al actuar sobre tu concentración y relajación y crear un ambiente adecuado o inadecuado para la tarea de estudiar.
· Lugar de estudio: El mejor lugar es tu habitación personal que debe reunir buenas condiciones de iluminación, silencio, temperatura, ventilación, etc., para favorecer así tu sesión de estudio. En caso de no ser posible, es mejor estudiar en una biblioteca lo más silenciosa posible, cerca de casa y siempre la misma, para que asocies la entrada en la sala de estudio con la necesidad del mismo.
· Temperatura: Se precisa una temperatura ambiental que puede oscilar entre los 18 y los 22 grados centígrados. La distribución del calor debe ser homogénea, el foco de calor no debe estar cercano a la mesa de estudio para evitar somnolencia.
· Silencio: Los ruidos son distractores externos que dificultan la concentración al desviar la atención. Los ruidos con sentido molestan más que los ruidos sin sentido aunque sean de menor intensidad. En cuanto a si es conveniente estudiar o no con música, los resultados han demostrado que cierto tipo de música de compositores del Barroco favorece el estudio y la memoria al producir en el sujeto un estado psicofísico de concentración relajada. Las composiciones en las que predominen otros movimientos pueden perjudicar el rendimiento en el estudio. El volumen de audición debe ser bajo para evitar que la música centre toda nuestra atención; no se trata de oír música y estudiar al mismo tiempo. El objetivo de la música es influir sobre tu mente y cuerpo colocándote física y mentalmente en la situación ideal para estudiar.
· Iluminación: La iluminación más aconsejable es la natural. Cuando utilicemos la artificial hay que combinar la adecuada iluminación general de tu habitación con la iluminación local da una Lámpara de 60w como mínimo, que ilumine directamente lo que estás haciendo. Para evitar la formación de sombras, en los diestros la luz debe entrar por la izquierda y, en los zurdos, por la derecha.
· Mobiliario y postura: Una mesa amplia, que permita tener todo el material necesario para evitar interrupciones y una silla regulable en altura es la más adecuada. Una pequeña estantería donde guardar todo tu material de trabajo para evitar tener que desplazarte.
La postura correcta para estudiar sería: la espalda recta, las piernas formando ángulo recto, los pies en el suelo, los antebrazos encima de la mesa y la cabeza y parte alta de la espalda ligeramente inclinadas hacia adelante.
3.2. FACTORES INTERNOS
Los factores que vamos a mencionar son fundamentales para el éxito en el estudio, incluso a por encima de las aptitudes intelectuales. Éstos son:
· Relajación: La concentración exige tranquilidad de ánimo; por ello has de aprender a relajarte para comenzar el estudio en una actitud de “concentración relajada", que es el estado ideal para rendir al máximo durante el mismo. Te exponemos dos técnicas de relajación para practicar:
· · La técnica de contracción-relajación: La técnica consiste en que logres tensar voluntariamente los músculos de tu cuerpo, para después destensarlos y relajarlos. Cuando hayas terminado te hallarás inmerso en una sensación de relajación.
Utiliza el siguiente método:
Tensar el músculo al máximo, aproximadamente durante cuatro segundos.
Tomar conciencia de la tensión de dicho músculo. Destensar el músculo al máximo, aproximadamente durante ocho segundos.
Tomar conciencia de la agradable sensación de relajación que se está produciendo en dicho músculo.
Repite estos ejercicios en todos los músculos de tu cuerpo. Cuando termines realiza inspiraciones profundas y expiraciones que deben ser el doble de cada inspiración.
· La técnica de la pesadez del cuerpo: Este técnica se debe realizar tumbado de espalda sobre el suelo, sobre una cama, etc... El ejercicio consiste en experimentar la sensación de pesadez de todo tu cuerpo, pero procediendo metódicamente. Comienza con los pies; imagínate que se hacen pesados, continúa con las pantorrillas, rodillas, muslos...
Haz un segundo repaso con unidades mayores: la pierna, el brazo, toda la cabeza; y por último, imagina la pesadez de todo tu cuerpo como unidad.
· Atención y concentración:
La atención y concentración son fundamentales para aprovechar las horas de estudio y las explicaciones dadas por el profesor en clase. Para muchos de ustedes, esto es un verdadero problema. La necesidad de estar atento y de concentrarse en el estudio, es algo básico.
Existen muchos elementos que influyen en la atención:
· · La motivación y el interés con que estudiemos.
· · Las preocupaciones: problemas familiares, problemas con los compañeros, con los amigos, etc. Las preocupaciones causan mucha ansiedad y desconcentran nuestra mente a la hora de estudiar o atender.
· · La fatiga: no se puede estudiar estando cansado o con sueño.
· · Los factores ambientales de tu entorno: deficiente iluminación, temperatura inadecuada, postura excesivamente cómoda.
· · La monotonía.
· · La excesiva dificultad de la materia.
· · La competencia con otros objetivos: ver el partido, ir al cine,...
· La concentración
es la atención en su grado máximo. Consiste en centrar tanto la atención en una tarea que el resto de las circunstancias del entorno quedan ignoradas e incluso anuladas.
Para rendir en los estudios, a nivel apreciable, se requiere concentración.
Algunas recomendaciones que te pueden ser útiles para incrementar tú
nivel de concentración son:
· · Diseña actitudes para combatir a los distractores internos o externos que disminuyen tu grado de atención y te alejan del estudio.
· · Planifica tus horas de estudio y descanso.
· · Mantén el adecuado grado de tensión psicofísica.
· · Procura que la habitación de estudio tenga las condiciones adecuadas, y aleja de tu vista todo cuanto pueda distraerte.
· · Usa, si es posible, siempre la misma habitación y los mismos horarios de estudio.
· · Recompensa tu concentración en el estudio otorgándote un premio durante los descansos.
· · Al inicio de la sesión de estudio resulta más difícil concentrarse.
La curva de la concentración durante los primeros minutos es baja; luego Llega a su grado máximo, finalmente, decae a causa de la fatiga. Para lograr una adecuada concentración debes hacer un esfuerzo inicial superior, puedes recurrir a las técnicas de concentración.
· Respira lenta y profundamente y procura concentrarte en los diferentes tiempos de tu respiración; inhalar, mantenerse durante cuatro segundos, exhalar y mantener el aire durante ocho segundos.
Después de diez respiraciones te sentirás más relajado y concentrado.
· Motivación:
La motivación es uno de los principales factores que explican el éxito en los estudios. La motivación al estudio está constituida por aquellos factores que te otorgan la energía necesaria para comenzar a estudiar y la fuerza de voluntad para mantenerte en el estudio hasta conseguir los fines pretendidos.
Hay diferentes tipos de factores motivadores: gusto de aprender y documentarse, terminar una carrera, mejorar tu status social... Todos son igualmente adecuados si logran otorgarte la energía suficiente para mantenerte firme en los estudios.
Te presentamos algunas técnicas que pueden servirte para incrementar tú motivación en el estudio:
· · Buscar objetivos. Marcarte pequeños objetivos que mantengan tu interés a lo largo del estudio; aprobar el semestre, sacar muy buena nota en un ramo, terminar un trabajo...
· · Emplear técnicas activas de estudio: subrayado, esquema, resumen... con las cuales has de conseguir una mejora del aprendizaje y del recuerdo y te harán sentir más motivado para proseguir en el estudio.
· Hacer del estudio un hábito.
· Hacer un gráfico de los objetivos cumplidos y concederte pequeños premios cuando consigas objetivos planificados.
· Hacer un sobreesfuerzo inicial. Los primeros días del año son los más difíciles de todos y más todavía si has cambiado de etapa o nivel.
· Desarrollar la curiosidad. Se atiende mejor a aquellos temas que más interesan y que esto se traduce en una mayor facilidad para entenderlos.
· Evitar los distractores.
· Tener autoconfianza. Algunas de las causas más habituales del bajo rendimiento, suelen ser los complejos y la desconfianza en las propias capacidades.